sábado, 19 de diciembre de 2009

Entrevista: John Palmer, doctor en Antropología.

“Se está cometiendo un crimen étnico”

El antropólogo John Palmer estudió Filosofía y Antropología en la Universidad de Oxford y llegó a la Argentina “con 20 años, casi en el mismo vuelo que Perón, en 1973”. Desde hace 32 años estudia, trabaja y convive en las comunidades wichís de la zona del chaco salteño, entre ellas, la de Lapacho Mocho, de donde procede Fabio Ruiz y la supuesta víctima. La esposa del inglés es indígena, con quien tuvo tres hijos.



- ¿Cómo ha repercutido en la comunidad donde usted trabaja la resolución de la Corte de Justicia que deja detenido a Ruiz?

- Para todos nosotros es deprimente esta noticia. No entendemos porque les cuesta tanto entender a los jueces que hay diferencias culturales entre modos distintos de vida. Esto sólo se trataba de un pedido de excarcelación, de darle la oportunidad de libertad a un hombre que necesita volver a su comunidad, en donde lo esperan su esposa y madre de su hijo y su gente.

- ¿Cuánto tiempo lleva detenido José Fabio Ruiz?

- Está preso desde hace 4 años y medio, y eso, creo, ya es una injusticia, incluso hasta un acusado de homicidio no podría llevar tanto tiempo sin juicio.

- Tengo entendido que el juicio se aplazó debido a los planteos de la defensa, de la cual usted participa.

- Desde mediados de 2005, cuando el juez (Ricardo) Martoccia procesó a Ruiz, todos nosotros, la comunidad, su esposa, el equipo de profesionales que integramos la defensa, rechazamos la acusación y dijimos que no había delito, sino incomprensión cultural. En un primer momento, la Corte de Justicia pareció darnos la razón pues devolvió todo el expediente a Martoccia, pese a que habíamos pedido otro juez por su marcado etnocentrismo. Fue él quien vuelve a procesarlo a Ruiz, diciendo que incluye las pericias antropológicas pero sesgando su sentido y además plagiando fuentes. Es desde ese momento que pedimos por la liberación de este hombre.

- Usted me dice que su esposa pide la libertad de Ruiz, ¿se refiere a la menor de edad que quedó embarazada cuando era niña?

- Si, claro, a ella, pero que no era niña. Estela (la supuesta víctima menor de edad) no puede visitarlo desde que fue detenido, por orden del juez, y Ruiz no puede conocer a su hijo Menajem, que va a cumplir cinco años. Y este es el centro de la cuestión. Ellos eran pareja, y se quieren y tienen un hijo. Lo que es natural para la cultura wichí, es un delito para la ley penal.

- Doctor, pero cuando se denunció el hecho, ella era una menor de 9 años, y el un hombre de 28…

- Bueno, ese es otro problema, pues se mezclan errores del Estado y concepciones culturales. Con la Ley de Amnistía para los indocumentados, a Estela le dieron una edad absurda. Tanto es así que su madre quedó con 21 años y ella con 8. Es por eso que también iniciamos un proceso de rectificación de partida de nacimiento. Pero por otro lado, la realidad wichí no tiene números, no es cuántica como la occidental. La cultura se vive en etapas. En el caso de las mujeres, ellas, a partir de la primera menstruación, son consideradas libres para determinar su sexualidad, con ciertas reservas parentales, y pueden elegir quien será su esposo. Esto es importante a la luz de las diferencias culturales, pues para la cosmovisión occidental, se trataría de una púber, pero para la realidad wichí, en donde el Estado está ausente, con una marginación e indigencia infrahumanas, donde viven sin luz, o agua, o vivienda, con nulos recursos para sobrevivir, no se puede comparar a un púber urbana a una púber indígena. El desarrollo socioafectivo es diferente, la percepción sociocultural es distinta. Por eso ella estaba madura para elegir hombre, y eso es lo que no se comprende. Además, el médico que la revisó y comprobó que estaba embarazada colocó en su informe que Estela tenía una edad entre 13 y 15 años, o sea, de 2 a 4 años más que la indicada en el documento. Es por todo esto que decimos que no hubo violación.

- Entonces, para ustedes, ¿los dictados de la Justicia son parcializados, no comprenden la realidad indígena?

- Absolutamente. Son etnocéntricos, como fue etnocéntrico el juez Martoccia desde un comienzo, abordando un caso complejo desde la óptica occidental, y se llegó a éste crimen étnico. Luego, en su segunda resolución, el juez invocó costumbres indígenas para encubrir las deficiencias del juzgamiento. Es un enfoque etnocéntrico decir que porque los wichís usan celular tienen la cultura occidental, y considerar a Ruiz un violador.

- Estimo que no se acepta es que un adulto como Ruiz haya seducido, o intimidado por su poder masculino, o su ascendiente, a una niña o adolescente púber.

- Todos los antropólogos coinciden en que los wichís tienen una pauta cultural propia, en donde la parte activa es la mujer, y el hombre tiene un rol pasivo. La mujer domestica la naturaleza, lo salvaje, y al hombre, y elige a su compañero afectivo, con quien casarse y tener familia. Nunca es el hombre el que se acerca. Es más, si un hombre se acerca a una mujer con intenciones afectivas, es considerado que tiene una conducta femenina

- Sin embargo, la cacique wichí Octorina Zamora dice que los adultos wichí no tienen relaciones con niños.

- Octorina Zamora no conoce la causa; en un principio pensó que se trataba de un criollo que había violado a una wichí. Y no comprende tampoco la complejidad de este caso. Ella nunca habló con nadie de la comunidad ni tampoco con las mujeres.

- ¿Qué van a hacer a partir de ahora?


- Lo que ha hecho la Corte es decepcionante y deprimente, y en la comunidad todos están tristes. Creemos que Ruiz es una víctima del sistema jurídico imperante que con criterios etnocéntricos culpa a una pareja por formar familia. No nos quedó otro camino que recurrir a la Corte Suprema de Justicia y a la Corte Internacional de Justicia, por la libertad de Ruiz y por la comprensión y el respeto entre culturas diferentes que conviven en un mismo Estado.

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